La Tasa de Personas Sin Hogar en Japón: Una Realidad Bien Oculta
Riri-chan y los Itadaki Josi: Una Historia de Estafa en Línea y Manipulación en Japón

Este estigma social se traduce en políticas estrictas, como la prohibición de pedir limosna y el cierre de parques por la noche. Estas medidas están diseñadas para dificultar la vida de los sin hogar y hacerlos invisibles ante los ojos del público.
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ToggleCómo Sobreviven las Personas Sin Hogar en Japón
A pesar de estos desafíos, los sin hogar encuentran formas de sobrevivir gracias a organizaciones benéficas que les proporcionan comida. Además, muchos trabajan vendiendo revistas o recolectando latas vacías para reciclar. En el barrio de Asakusa, por ejemplo, una persona sin hogar puede ganar alrededor de 22,848 yenes por semana recolectando latas, lo que equivale a aproximadamente 57 comidas por semana, suficiente para subsistir.
Los Cyber-SDF y los Náufragos de los Cafés de Manga
Las estadísticas oficiales no tienen en cuenta un fenómeno creciente: los cyber-SDF o náufragos de los cafés de manga. Estas personas alquilan cubículos en cafés de manga donde pueden dormir, comer y acceder a Internet. Estos establecimientos son más baratos que un hotel tradicional, con tarifas que van de 1,200 a 3,000 yenes por noche, comparado con los 10,000 yenes necesarios para una noche en un hotel cápsula.
Aunque estas personas tienen técnicamente un techo sobre sus cabezas, viven en una precariedad extrema, sin vivienda estable ni empleo fijo.
La Pobreza Oculta de los Niños y Adolescentes
Otro aspecto a menudo ignorado es la pobreza infantil. Uno de cada siete niños vive por debajo del umbral de pobreza en Japón. Muchos de estos niños se convierten en personas sin hogar sin ser contados en las estadísticas oficiales. Los Toyoko kids, un grupo de adolescentes que se agrupan en las calles y venden sus cuerpos para sobrevivir, son un triste ejemplo. A pesar de los ingresos potencialmente altos, estos jóvenes permanecen atrapados en un ciclo de precariedad y explotación.
Los Barrios Marginales en Japón
A pesar de la imagen de prosperidad y modernidad que a menudo se asocia con Japón, el país cuenta con varios barrios marginales. El barrio de Sanya en Tokio, por ejemplo, es conocido históricamente como un lugar donde vivían los trabajadores de la construcción después de la Segunda Guerra Mundial. Hoy en día, aunque estas áreas han sido «limpiadas» y sus nombres borrados de los mapas oficiales, los sin hogar continúan viviendo en una pobreza extrema.
Otros barrios marginales notables incluyen Kotobuki en Yokohama y Nishinari en Osaka, donde la pobreza es aún más visible y las condiciones de vida son más duras.
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La tasa de personas sin hogar en Japón puede parecer muy baja en comparación internacional, pero esta cifra oculta una realidad mucho más compleja y oscura. Entre el estigma social, las políticas restrictivas, la presencia de los cyber-SDF y la pobreza infantil oculta, Japón enfrenta desafíos considerables en términos de vivienda y precariedad.
Es crucial entender que detrás de la aparente ausencia de personas sin hogar en las calles, existe una población vulnerable que sobrevive en condiciones difíciles, a menudo ignorada por las estadísticas oficiales y la sociedad. Para abordar estos problemas, se necesita un enfoque más inclusivo y compasivo, que tenga en cuenta todas las facetas de la pobreza en Japón.
A partir de las 19:15, la historia de Riri toma un giro inesperado. Su método, tan eficaz, la llevó a crear árboles de decisiones para cada respuesta, y vendió este método en línea como un curso. Así es como pude describirlo con tanta precisión. Este curso dio lugar a un término para describir a las mujeres que practican este arte: Itadaki Josi. Google lo traduce como «chica super», pero este término significa en realidad «chica receptora» en relación al dinero que reciben.
Hablando de dinero, Riri vendió su curso a más de 3,000 personas, a un precio de unos 300 € por persona. Haz el cálculo: eso representa alrededor de 900,000 € generados por la venta de este curso, que resulta ser una estafa en línea. Para darte una idea de la magnitud, incluso acosó a un youtuber muy conocido, Don T St Fan, para que no publicara un video en el que explicaba que sus prácticas eran ilegales. A pesar de las amenazas, el youtuber publicó el video.
Pero en marzo de 2023, estalla un nuevo escándalo: dos hombres presentan una denuncia contra Riri, pero contra una estudiante llamada IEDA Miku, que había comprado y aplicado el curso. Ella logró recuperar más de un millón de yenes de estas dos personas, pero omitió realizar el paso crucial número 7: el servicio postventa. Las víctimas se dieron cuenta de que habían sido estafadas, y la estudiante fue arrestada, revelando la existencia del curso a las autoridades.
En el momento de su arresto, Riri no tenía un centavo en el bolsillo, y su cuenta bancaria estaba vacía. El dinero que había ganado se había evaporado en lugares como los host clubs, bares donde se gastan sumas astronómicas en alcohol y compañía. Es común gastar hasta 100,000 € en una sola noche allí. Los host clubs atraen especialmente a adolescentes prometiéndoles un futuro brillante a cambio de gastos considerables. Estos jóvenes, a menudo en la calle, gastan rápidamente su dinero para evitar que se los roben, ignorando la manipulación profesional de los anfitriones que los condicionan a gastar aún más.
Los adolescentes, a menudo ingenuos, no protegen su dinero adecuadamente y, como no tienen un lugar seguro para guardarlo, prefieren gastarlo rápidamente. Los anfitriones también condicionan a estos jóvenes a desconfiar de las organizaciones de ayuda, impidiéndoles buscar ayuda y manteniéndolos atrapados en un círculo vicioso de dependencia y pobreza.
Para romper este ciclo, la justicia parece impotente. Aunque todos conocen este sistema, es difícil reunir pruebas de abuso de poder sobre menores, especialmente cuando las víctimas están condicionadas a no cooperar. Los anfitriones, a menudo profesionales en la manipulación, rara vez enfrentan consecuencias, a pesar de su implicación en la trata de seres humanos.
Paralelamente a esto, la pobreza en Japón no es solo una cuestión de personas sin hogar. También es una cuestión de hogares con menos recursos, agravada por la inflación. Desde 2020, Japón ha estado sufriendo una inflación severa, especialmente en productos alimenticios, con un aumento del 12.9% en los precios. Los salarios estancados y una deuda pública astronómica (260% del PIB) empeoran la situación. Japón ha optado por la inflación para intentar resolver sus problemas económicos, devaluando su moneda. Para los japoneses, esto significa una vida más difícil, especialmente para los trabajadores precarios y las madres solteras.
Es crucial entender que, aunque la pobreza en Japón es preocupante, no significa que el país se haya vuelto pobre. Japón sigue siendo un país con infraestructuras excepcionales, naturaleza preservada, un rico patrimonio cultural y una seguridad ejemplar. Son los japoneses los que están quedando pobres, no el país en sí.
Para aquellos que consideran visitar Japón, ahora es un momento ideal como turista. Con el euro siendo muy ventajoso frente al yen, es una oportunidad única. Gracias por ver este video, que exploró temas complejos como el impacto psicológico en los Toyoko kids y las prácticas de los anfitriones. No olvides darle un pulgar arriba y suscribirte para no perderte los próximos videos. ¡Hasta la próxima!
